Tan
sólo dos días después del escrito presentado por Izquierda Unida,
las banderas que formaban parte de la exposición de los brigadistas
en la guerra civil española han vuelto al lugar de donde nunca
debieron ser retiradas.
Tal
como se reconoce en una amplia jurisprudencia del TribunalConstitucional, este hecho podría haber constituido una vulneración
del ejercicio del derecho a la libertad de expresión en cuanto a la
manifestación de libertad ideológica, ni más ni menos que uno de
los principios fundamentales de nuestra constitución.
Estos
fundamentos jurídicos, junto con una mejor explicación del
contenido y el formato de la exposición que hicimos en nuestro
escrito, cuestionaban de forma muy profunda el informe emitido a
prisa y corriendo la mañana del viernes a instancias del alcalde.
Por
ello, desde la propia secretaría de nuestro ayuntamiento se ha
sugerido corregir la interpretación restrictiva que hizo el alcalde
de su informe inicial para ordenar que no se volvieran a poner las
banderas republicanas retiradas.
Así,
ante la más que fundamentada duda jurídica planteada, finalmente se
ha optado por que se restituyan las banderas en su lugar de la
exposición y evitar otras interpretaciones colocando una bandera
actual en el mismo lugar que las expuestas.
La
bandera republicana: legal y amparada por la constitución.
Izquierda
Unida lamenta profundamente que se haya actuado en éste caso sin
haber sabido valorar las repercusiones de lo que se estaba haciendo,
sin duda bajo la presión de los sectores internos más
reaccionarios.
El
PP miente en su nota de prensa. Exhibir
banderas republicanas está amparado por los artículos de la
Constitución que consagran la libertad ideológica y la libertad de
expresión.
Dado
que la bandera republicana ya no es la bandera oficial, no debe
usarse por organismos públicos ni ondear en instituciones oficiales,
pero no existe ninguna ilegalidad en portarla o exhibirla a título
particular o colectivo en eventos o actividades no oficiales, como es
el caso de ésta exposición, donde las banderas republicanas no
sustituían a la actual ( pues no había), sino que enmarcaban los
paneles de la exposición. Interpretar que eso es hacer un uso
“institucional” no tiene pues fundamento alguno.
Menos
prisas, más cultura.
La
mejor forma de enseñarles a algunos políticos de nuestro pueblo, y
a todo aquel que tuviese alguna duda de que el uso de ésta bandera
es plenamente legal, es que se han vuelto a colocar en su sitio. Si
el problema era para algunos que había que poner otra bandera al
lado, pues que se ponga, nadie se opone a ello.
El
PP ha acusado a nuestro grupo de haber “cometido una ilegalidad
infringiendo de manera intencionada las normas y buscando la
confrontación”, y en el camino casi se ha encontrado con una
demanda de nuestro grupo ante el tribunal constitucional por
vulneración del derecho fundamental a la libertad de expresión.
La
sóla posibilidad de cohartar o vulnerar éste derecho, es un acto
mucho más grave que la colocación de unas banderas, pues significa
atentar contra uno de los pilares fundamentales del estado; eso sí
que puede ser una ilegalidad considerable.
Responder
de forma airada, bajo la presión de algunos colectivos, y sin la
mesura propia de un buen gobierno, es más que un signo de debilidad,
es algo impropio de nustro pueblo.